domingo, 21 de diciembre de 2014

UNICON

Desde el lejano cuadrante de Diáclones habían llegado esas 3 naves colosales, y ahora se encontraban justo delante de mí, como por arte de magia. Aunque su forma y tamaño eran idénticos, cada una de ellas emanaba una luz tenue ligeramente distinta, lo que permitía atribuirles un poco de personalidad, un sello distintivo, por así decirlo, que las caracterizaba.
Uno de los guías de esas naves había permitido una leve interferencia en su campo de intención al cruzar un cinturón de planetoides de alto potencial cuántico y gran densidad, de tal forma que llegaron al corazón de nuestra estrella – UnicoN - como resultado de una única alternativa de resolución ante un evento asociado a dilema, sobrevenido por un inesperado conflicto entre la probabilidad de las múltiples consecuencias previsibles y  el objetivo de viaje predeterminado inicialmente a nivel de manifestación física espacio-temporal.
UnicoN es una estrella de nivel 4 y radiación magnética de alta densidad, con funciones específicas de vigilancia y reciclaje de manifestaciones errantes que se producen en el umbral de salida (o entrada) de nuestro universo.
Podría decirse que se trata de un taller de recalibración etérica, para todo aquel elemento que es atraído por resonancia hasta este lugar. La elevada densidad y frecuencia del plasma radial del centro de gravedad de UnicoN, permite la compresión armónica de la carga electro-gravitatoria de cualquier identidad, de tal forma que se consigue una re-calibración cuántica a nivel del cuerpo etérico e incluso una intensificación del Halo supra-espiritual. En resumen, un reconocimiento y reactivación del alma por conexión resonante desde el interior del propio corazón con el corazón primordial del universo.
En realidad, aunque el origen de la llegada a UnicoN en principio se considera un error o fallo del campo intencional puro, la sorpresa y alegría que se veía habitualmente reflejada en el rostro de los náufragos recién aterrizados, provenía tanto de la sorpresa que provocaba un evento tan inesperado como de la calidez y armonía que se experimentaba al mismo tiempo. Solían oírse expresiones del  tipo: algo ha cambiado, o incluso: reconozco esta nueva intensidad.

Todos los seres que han estado en UnicoN se reconocen de forma inmediata en cualquier proceso de comunicación. Se reconoce por la sensación de haber experimentado lo que algunos llaman la pérdida enriquecedora, algo que confiere al alma un nivel de confianza que, de forma clara aunque a la vez sutil, va más allá de lo que consideramos convencional.


2014

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