miércoles, 29 de agosto de 2012

AGUA SAGRADA O EL ESPEJO MÁGICO



 I - EL CAMBIO DE PARADIGMA

 Alguien dijo que la verdadera filosofía  es  reaprender a ver el mundo. Quizá este sea el mensaje y el misterio que se nos desvela detrás de los recientes descubrimientos.

La física cuántica, la biología molecular, los sistemas matemáticos avanzados… consiguen explicarnos muchas cosas, pero siempre nos acaban llevando a un punto donde algo mágico, un misterio, supera a todas las conocidas leyes y normas científicas supuestamente irrefutables.

“Lo observado depende del espectador”. ¿Y ya está? ¿Nos damos cuenta del tremendo alcance de esta famosa frase que es uno de los  pilares básicos de los principios de la mecánica cuántica? ¿Todo depende de todo? ¿El universo es una especie de “super-internet” galáctico holográfico interconectado con efectos masivos  relativos y absolutos interdependientes en tiempo real?

Es como decir que la conciencia interviene en el universo, por el solo hecho de existir como conciencia. ¡Es casi reconocer a la conciencia como una sustancia!

Es el cambio de paradigma universal. Antes existía una realidad física, tangible y en ella aparecía la conciencia, como por arte de magia, o como  un maravilloso cúmulo de magníficas e increíbles coincidencias mecánicas. Pero ahora, tras el cambio de paradigma, la llamada realidad física y la conciencia coexisten y se afectan mutuamente. Son por tanto interdependientes y probablemente con intersecciones de magnitudes insospechadas. ¡Han cambiado las reglas del juego!

El poeta reza: “La vida es sueño, y los sueños… sueños son”.

Pero cuidado, con las nuevas reglas, los sueños tienden a convertirse en realidad.

“Solo soñando, sus sueños pueden realizarse”.


II – ¿MENSAJES EN UNA BOTELLA?

 Y para colmo de males, aparece un noble señor japonés llamado Masaru Emoto que dice hablar con el agua y que asegura además que esta le contesta, ¡enviándole mensajes para la humanidad!

¿Inverosímil o evidente? Independientemente de la interpretación de cada uno sobre su fiabilidad científica, está claro que los fenómenos de resonancia entre materia (formación de cristales) y conciencia (mente, palabras, pensamientos) son explícitos y no dejan lugar a dudas: el agua responde a lo que podríamos llamar impulsos de intención o conciencia.

En resumen, a juzgar por las imágenes de los cristales obtenidos por Masaru Emoto puede decirse que al agua aparentemente le gusta la buena música, los niños, la armonía, el buen humor y las expresiones de amor incondicional. Parece que el agua,  a parte de la ya conocida cualidad húmeda, cuenta entre sus características desconocidas con una  extraña y amorosa humanidad.

En lo sutil y metafísico, creo interesante remarcar que es imposible considerar que la no conciencia emita un mensaje hacia la conciencia. Por tanto estamos ante una comunicación entre conciencias o desde el nuevo paradigma ante una comunicación de fracciones de la conciencia universal entre ellas y por tanto de la conciencia consigo misma  (algunos habrán ya notado que hasta el lenguaje deberá adaptarse al cambio de paradigma a veces con expresiones aparentemente irracionales).

Lo que está claro es que Emoto ha rescatado la dignidad de la conciencia, diciendo:

“Lo que usted piensa, siente, y ama tiene un sentido universal más allá de su propia individualidad”.

Esto además de bonito, es muy esperanzador y coloca a las conciencias en su lugar, es decir, como protagonistas esenciales del destino individual y colectivo de su humanidad.
  

III – INVITACIÓN  A  AHORAR

Con el nuevo paradigma deberemos inventar y anunciar nuevos vocablos. El término AHORAR pretende asociar 3 conceptos que considero claves para el momento actual de la humanidad y que al final se funden en un mismo  significado global. Fonéticamente es una invitación al rezo (a orar), léxicamente representa el verbo Ahorar (acción de estar en el presente (ahora) y prestar atención al momento) y de forma intuitiva recuerda al conocido término ahorrar, que bien entendido nos invita a no desperdiciar nuestras riquezas, es decir, nuestro poder, nuestra conciencia, nuestro tiempo (referido no solo a cantidad sino también a calidad) y nuestra verdadera identidad.

Este nuevo concepto de Ahorar permite además desvincular el termino oración de posiciones exclusivamente religiosas, en ocasiones interpretadas de formas demasiado dogmáticas o ritualistas, que a mi entender desvían la atención de lo esencial, dificultando acometer una tarea de evolución eficiente, en términos espirituales.

Ahorar será pues, a mi entender y por ejemplo, cualquier acción que nos  permita aprovechar nuestro precioso tiempo en concentrar nuestra intención/atención,  unificando pensamiento, sentimiento y emoción  en nuestra conciencia, y dirigiéndola/enfocándola hacia la evolución de la humanidad, entendida como un colectivo armónico con una identidad surgida de la comunión en la diversidad y de la libertad de cada individuo.

Ciertamente, si el agua reacciona a nuestras Ahoraciones, disponemos de abundante material de trabajo, ya sea en nuestros mares, nuestros cielos, nuestros cuerpos…

Si un sentimiento puede crear la vibración correspondiente a un  bello cristal en mi interior ¿Qué relación tiene la presencia de dicha vibración con los procesos bioquímicos vitales de nuestro cuerpo y qué efectos puede tener sobre la funcionalidad de nuestros órganos, los procesos de envejecimiento y la conservación de la salud?

Todos sabemos que Sonreír, Amar, Confiar, Esperar… es sano, solo que ahora tenemos una hermosa e inesperada confirmación.

“El poder de la Oración, el poder del Ahora, el poder de las Palabras Sagradas, cobran AHORA otro sentido”
  

IV – HACIA UNA ACTITUD VITAL

El agua en sí misma, parece sugerirnos un camino, una posible senda, no solo a través de los cristales de Masaru Emoto, sino también mediante sus propiedades naturales conocidas por todos. Su mensaje se plasma en una leve reverencia, una sencilla invitación hacia una actitud vital,  hacia  algo que yo no llamaría normas ni leyes, sino más bien actitudes o tendencias favorables.

¿Y si intentamos jugar a ser como el Agua?

Podemos por ejemplo  ser adaptables y fluir siempre con suavidad, puliendo cantos, protegiendo el entorno y evitando sobreesfuerzos inútiles, ya que cuando el agua tiene que pasar por un sitio, es sabido que al final lo hace, tarde o temprano, y no es necesario forzar, sino más bien ablandar...

Podemos ser transparentes y puros y tener capacidad de dar vida y energía, de forma natural.

Podemos tener un gran poder de cohesión interna (firmeza) y una apariencia más discreta, fluida,  suave, exenta de rigidez.

Podemos saciar la sed del sediento, de forma generosa y sin dejar de existir por ello,  sino solidarizándonos,  uniéndonos y comunicándonos la información que no es secreta pero sí está mágicamente oculta.

Podemos ser los mejores disolventes de problemas y encrucijadas y no por ello pisar la identidad y diversidad de cada una de las orillas del río.

Podemos ser implacables e impecables y no permitir que nos desvíen de nuestro curso natural, no transigiendo a los grandes trasvases manipuladores, evitando la injusticia y la especulación.

Podemos auto-regenerarnos  y estar constantemente en movimiento, si no es por fuera es por dentro, creando verdaderos vórtices donde la energía "libre" al fin se manifieste en forma de frutos insospechados...

Podemos ser generosos y divertidos, alegres y cantarines, danzantes, amorosos y cariñosos, sinceros, humildes, valientes y nobles, lúcidos y  profundos...

Bien,  de lo único que estoy seguro es de que Podemos...

Os envío un baile, un guiño, y a Pepito Grillo, que es la voz de mi conciencia...

2006


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