Y hay que decir “Gracias!” al director y a todo su
equipo, así como a todos los participantes en el programa por una labor
excelente, por su coraje, por decir la verdad sin maquillajes, la verdad que
algunos saben, unos cuantos intuyen y
muchos no osan ni imaginar sobre lo que hoy está moviendo nuestras
sociedades y sobre un sistema que intenta manipular nuestro destino y que
supone un serio agravio y una amenaza para la mayor parte de habitantes de
nuestro no suficientemente amado planeta Tierra.
Y es que lo que
está sucediendo es que sobre la base de sociedades totalmente regidas por
criterios económicos se nos invita de forma explícita y solo a veces subliminal
a dejar de lado valores como el humanismo, la verdadera educación, la
tolerancia, la dignidad, la verdadera libertad,
el trabajo o la solidaridad en pos de la competitividad, la arrogancia y
la especulación, en una carrera imparable hacia la devastación de los recursos
de nuestro planeta, la contaminación de nuestra biosfera y la pérdida de
calidad de vida - o incluso de la propia vida - por parte de un número cada vez
mayor de personas.
Con maestría se desenmascara en este primer capítulo la
trama de lo que llamamos globalización y la trampa que suponen las reglas que
rigen el sistema económico mundial y como la especulación y el menosprecio a
los verdaderos derechos humanos son la base y el pilar que sostiene los enormes
beneficios de bancos y multinacionales, que gradualmente van haciéndose con el
dominio absoluto de la economía mundial global y por tanto también con el
control de la economía y los recursos de cada individuo.
Es necesario despertar
del estado de letargo y “tomar” nuestra propia conciencia.
Es necesario apoyar a
los que se atreven a denunciar y desvelar lo que está pasando.
Es necesario que los
seres humanos encuentren fuentes de esperanza.
Una vez, más,
Gracias! , a estos amigos del alma, de corazón a corazón.
2006
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