La primera es de un
libro de Jorge Bucay (De la autoestima al egoísmo) y lo que propone es que
cuando una cosa es difícil tenemos una buena noticia: lo que sea que
resulta difícil, es: POSIBLE.
Parece una
tontería, pero si profundizamos un poco la idea resulta genial, porque no
estamos acostumbrados en nuestra cultura a verlo así.
Difícil suele equivaler a: prácticamente imposible, no va a salir bien, demasiadas cosas en contra, etc., etc. y quizás incluso lo identificamos con un sentimiento interno de abatimiento y desgaste previo que denota nuestro leve inconformismo interno contra una sensación de incapacidad de salida en aquello que vamos (o más bien nos resistimos) a abordar.
Difícil suele equivaler a: prácticamente imposible, no va a salir bien, demasiadas cosas en contra, etc., etc. y quizás incluso lo identificamos con un sentimiento interno de abatimiento y desgaste previo que denota nuestro leve inconformismo interno contra una sensación de incapacidad de salida en aquello que vamos (o más bien nos resistimos) a abordar.
Es como una decepción previa que parece que intenta protegernos para que después la decepción no sea tan grande. Pero esto no funciona porque nuestra actitud ya está debilitada de antemano y el fracaso suele acontecer como una consecuencia directa de nuestra mala predisposición, falta de ánimo interno (léase falta de alma) y una proyección de la situación basada en un conjunto de límites, normas, condiciones, peros, miedos, dudas, etc. que evitan de forma implacable que la realidad deseada (deberíamos decir amada) tenga la oportunidad de manifestarse.
Si lo vemos de otra manera, nos damos cuenta de que pocas cosas entusiasman tanto como conseguir aquello que consideramos difícil o muy difícil. La diferencia entre tener entusiasmo o no tenerlo estriba simplemente en la capacidad de creer, y por tanto de crear, esa realidad que consideramos difícil. Todos queremos ser (y somos) Héroes, pero no deja de ser curioso que, si pasamos de “supermuchomegadifícil” a imposible, nos deshinchamos en la cuarta parte de la mitad de medio nanosegundo.
Además por otro lado lo fácil nos aburre, nos parece trivial, nos cansa. Pero, ¿qué nos pasa? Lo fácil nos cansa, lo difícil nos cansa... ¿Nos cansa todo? ¿Estamos cansados de forma incondicional???? Este cansancio, ¿qué es? ¿es real? ¿es nuestro o inherente a nosotros? ¿es un hábito, un enfoque, una carencia, ..? ¿Impaciencia? ¿Miedo? ¿Rabia? ¿(?)?
¿Acaso no es: falta de capacidad de asombro, falta de amor, falta de ideas, falta de inocencia, falta de confianza..?
Bueno, a lo que voy es a que quizás es bueno darnos cuenta o tomar conciencia de que nada es tan complicado si lo desvinculamos de nuestras proyecciones y creencias mentales previas, lo que equivale, en lo profundo, a ser INOCENTE, a no creerse superior, ni querer serlo, a CONFIAR pese a todos los peligros que supone (suponemos) tener nuestro corazón expuesto, sin escudos, sin espadas....a darnos
Para resumir este concepto dos frases:
"AMAR LA DIFICULTAD ES CASI
TENERLA RESUELTA"
Y otra del libro de Bucay que tiene relación:
"NO HAY
ALIMENTO GRATIS"
Por tanto, el lema que propongo es:
"Alégrate de la DIFICULTAD. Sonríe ,
porque Gracias a ella tienes la oportunidad de Evolucionar, puedes Crecer
y Crear cosas Inesperadas"
En lo muy profundo
sería un equivalente a los clásicos:
"Poner la
otra mejilla" y "Práctica de la no violencia"
Y otro que acabo de recibir:
"La
Dificultad es uno de tus Ángeles de la Guarda "
La segunda idea está relacionada con la propuesta de los Budistas según la cuál debemos prestar atención a la mente y los pensamientos porque nos confundimos, los identificamos con Nosotros (palabra interesante que significa algo así como esos otros que no son otros porque también son yo), y resulta que Nosotros, sin embargo, somos otra cosa.
Distinguir entre lo Observado y el Observador es DIFÍCIL (menos mal), porque mucho de lo que parece ser el Observador, resulta que, en cambio, es lo Observado.
(Si no, no se explicaría que la gente cambie tan fácilmente de opinión, je, je...me troncho de risa, ja, ja , me siento Observado, ji, ji,...Por quién?, ju,ju,... Pero si soy Yo!, jo, jo ...)
El enfoque de que la mente y los pensamientos no son propios es toda una liberación, y aunque asusta al principio, merece la pena practicarlo, porque permite tomar distancia, permite calma, temple, salir del laberinto. Permite hacer la pregunta: ¿Quién Soy? o mejor ¿Qué o Quién no soy?
Supongo que es lo que llaman desapego, pero a mí me parece más bien un despegue. Hay que decir que no se trata de sentirse superior ni de elevarse por encima de las cosas mundanas, si no que es como si estuvieras en la casilla nº 1 de la nueva pantalla de un juego: algo ha cambiado, algo sustancial.
Si cambia el enfoque, cambia la realidad. Increíble, pero cierto, o sea: Difícil.
Con este enfoque me siento liberado, me siento firme, menos cansado, menos Observado, más Sonriente, menos preocupado. Realmente es como si se rompieran gruesas cadenas, pero con ternura, sin impaciencia, caen muros, cansados de resistir...
Pero por supuesto, y por la cuenta que me trae, seguiré siendo un tío Difícil (ja, je, ji, jo, ju...)
Ah! faltan mis famosas frases resumen (lo de famosas es porque estoy animado, o sea, tengo alma):
"Interroga a tu mente, a tus pensamientos: ¿Es AHORA el momento de esto? Observa la respuesta"
Más resumido: "OBSERVA" (no es una orden, por favor eludir tono imperativo, solo es una recomendación o sugerencia, ji, ji...)
El lema es: "Queremos liberarnos, pero necesitamos saber de qué Amamos Liberarnos"
"Agradezco la liberación que ya he alcanzado: GRACIAS" (es un GRACIAS desinteresado, de corazón, ju, ju...)
Espero que esto os haya resultado muy Difícil, y recordad (omitid tono imperativo, gracias…ju, ji, jaaaaa): el que Observa, no se confunde.
2006